lunes, 7 de septiembre de 2009

La mesa de los galanes

Se acerca el gran día. Desde hace poco más de dos meses nació el ritual. El bar de la esquina de Laprida y Mendoza es el escenario elegido. Los asistentes casi siempre son los mismos, pero por suerte, con el correr de las semanas fueron creciendo. Fue bautizada con el nombre de "La mesa de los galanes", en honor al grupo que lideraba el gran Roberto Fontanarrosa en su Rosario natal.


Allí vamos los que estamos convencidos de que hay un nuevo mundo que es cuadrado, tiene cuatro patas y está rodeado de sillas. Entendemos que nada se puede discutir y solucionar sin un café de por medio. Esa bebida, combinada con el humo de cigarrillo, es la fórmula perfecta para rendir un enorme culto a la amistad.


Los temas de charla son siempre los mismos. El mundo es redondo y gira en torno a la pelota de fútbol. Todos los que nos sentamos en esa mesa entendemos que después de la rueda, la invención de este deporte es el avance más importante que tuvo la humanidad. La única cuestión política que se toca es si conveniente que el club de nuestro amores debe usar un dibujo táctico 3-4-1-2 o un 4-4-2.
Aceptamos la libertad de credos. Por eso "santos" y "decanos", "bosteros" y "gallinas", "diablos" y "académicos" pueden levantar la voz para opinar y, por sobre todas las cosas, gastar a su par por el resultado que consiguieron en la última fecha. Somos fervientes admiradores de los avances tecnológicos y por eso agradecemos infinitamante las maravillas de Taringa y de la aparición virtual del Gran DT.


Ideologicamente todos estamos ubicados más o menos en la misma línea y quizás esa sea la razón por la que no hay necesidad de discutir nada. Pero cuando se discute, se discute en serio y no tardan en aparecer emboles que desaparecen tan rápido como el primer café que trajo el mozo.


Divorciados, juntados, casados y solteros coincidimos que el amor es único y por eso hablamos del tema. Las experiencias de cada uno sirven para armar una gran enciclopedia sobre las mujeres. En esta mesa se rinde tributo a la belleza de ellas.


Es el lugar en el que también se habla de trabajo, especialmente, las miserias y problemas laborales que nos tocan vivir. Deliramos juntos, reímos, intercambiamos recetas de cocina y organizamos encuentros para seguir fortaleciendo este hermoso ritual.

1 comentario:

  1. Una gran postal gatienzo. Yo creo que más allá de las dicotomías que se dirimen en esa mesa de café (¿Quién es el más preso? ¿Play o Poker? ¿La boite, lancaster o asado?, etc, etc), es sorprendente el hecho de que seres tan extravagantes compartan ese ritual mundano. Sin dudas, un oasis en el trajín laboral diario. Con un par de locas y unas cuantas decadas más (con excepción tuya, claro) tenemos la remake de "polemica en el bar". Un abrazo

    ResponderEliminar